D.B.E. System

Numeri Uno 15, 2013, 10-12

EXPANSIÓN ÓSEA CONTROLADA CON DRILL BONE EXPANDER (D.B.E.) VARIABLES Y FUNCIONALIDADES

El artículo se propone la finalidad de facilitar un cuadro amplio y lo más completo posible sobre las funciones del Drill Bone Expander (D.B.E.) System en los procedimientos de expansión ósea controlada. El concepto de implantología protésicamente guiada es ya un tema fundamental en la moderna implantoprótesis
que encuentra aplicación en todos los casos que los clínicos tienen que afrontar todos los días. La posición del implante no tiene que ser dictada por la cantidad suficiente de tejido óseo residual que encuentra el cirujano sino por una minuciosa planificación protésica, hecha a priori, que establezca el punto ideal para poder conseguir sucesivamente una descarga correcta de las fuerzas, perfiles de emergencia, gestión de los tejidos, etc.
Además, es verdad que uno de los mayores límites anatómicos que pueden impedir el correcto emplazamiento de los implantes es consecuencia precisamente de las reabsorciones óseas horizontales y/o verticales.
Estas dos evidencias nos hacen pensar que cuando nos encontramos ante una pérdida ósea que necesite  una adecuada rehabilitación implanto-protésica, es necesario, o mejor dicho indispensable, recurrir a técnicas de regeneración que puedan devolver una nueva y suficiente anatomía ósea.
En este sentido, el uso del Drill Bone Expander D.B.E. System ha llegado a ser, en nuestra praxis clínica diaria, un método sumamente útil, simple y sobre todo versátil, que ayuda concretamente en muchas de las situaciones en las que hemos tenido que recurrir a técnicas de regeneración ósea.
Una de las situaciones más frecuentes que el cirujano tiene que afrontar y en la que el uso del D.B.E. System puede ser fundamental, es sin duda alguna la de los implantes post-extracción. En efecto, muy a menudo, sobre todo cuando la falta de un espesor óseo apical o una densidad inadecuada nos impiden colocar implantes más largos, se experimenta que la dificultad mayor reside precisamente en alcanzar una estabilidad primaria mínima que garantice una osteointegración perfecta del implante. La publicación presenta una interesante serie de casos clínicos.

Numeri Uno 15; 2013, 10-12

El artículo se propone la finalidad de facilitar un cuadro amplio y lo más completo posible sobre las funciones del Drill Bone Expander (D.B.E.) System en los procedimientos de expansión ósea controlada. El concepto de implantología protésicamente guiada es ya un tema fundamental en la moderna implantoprótesis que encuentra aplicación en todos los casos que los clínicos tienen que afrontar todos los días. La posición del implante no tiene que ser dictada por la cantidad suficiente de tejido óseo residual que encuentra el cirujano sino por una minuciosa planificación protésica, hecha a priori, que establezca el punto ideal para poder conseguir sucesivamente una descarga correcta de las fuerzas, perfiles de emergencia, gestión de los tejidos, etc.
Además, es verdad que uno de los mayores límites anatómicos que pueden impedir el correcto emplazamiento de los implantes es consecuencia precisamente de las reabsorciones óseas horizontales y/o verticales.
Estas dos evidencias nos hacen pensar que cuando nos encontramos ante una pérdida ósea que necesite una adecuada rehabilitación implanto-protésica, es necesario, o mejor dicho indispensable, recurrir a técnicas de regeneración que puedan devolver una nueva y suficiente anatomía ósea.
En este sentido, el uso del Drill Bone Expander D.B.E. System ha llegado a ser, en nuestra praxis clínica diaria, un método sumamente útil, simple y sobre todo versátil, que ayuda concretamente en muchas de las situaciones en las que hemos tenido que recurrir a técnicas de regeneración ósea.
Una de las situaciones más frecuentes que el cirujano tiene que afrontar y en la que el uso del D.B.E. System puede ser fundamental, es sin duda alguna la de los implantes post-extracción. En efecto, muy a menudo, sobre todo cuando la falta de un espesor óseo apical o una densidad inadecuada nos impiden
colocar implantes más largos, se experimenta que la dificultad mayor reside precisamente en alcanzar una estabilidad primaria mínima que garantice una osteointegración perfecta del implante. La publicación presenta una interesante serie de casos clínicos.